Sólo me considero fanático... de la moderación.        
Después de tantos años de libros de gestión y escuelas de negocios, me sigue sorprendiendo que en un número elevado de empresas, especialmente de empresas importantes, sólo se distingan dos colectivos de personas: los que saben, y los que mandan.           
Se recoge lo que se siembra, y a veces se recoge mucho más de lo que se siembra. Lo sospechaba, pero hoy he vivido una prueba contundente, emocionante. Hoy he recogido mucho cariño. Me voy, a seguir sembrando...
El cambio es la única realidad inmutable       
No es lo mismo respetar las tradiciones que  aferrarse a ellas por carecer de imaginación o de espíritu de cambio.      
Escucha y calla. ¿Porqué nos cuesta tanto hacer caso de un consejo tan sabio?       
Las empresas con frecuencia escogen a sus colaboradores en función de "para qué me sirve" en vez de "para qué sirve". Esa pequeña diferencia supone un enorme desaprovechamiento de talento.      
Me apetece enseñar al que no sabe, pero me entristece enseñar al que no quiere.     
Las cosas importantes, las verdaderamente importantes, no lo son porque lleven la palabra "importante" en su descripción. Por ejemplo, cuando necesitamos decir que una persona es "importante" de manera explícita, probablemente no lo es.